“El Campeonato de España de Triatlón en València en 2017 cambió mi vida de triatleta”

La triatleta internacional Sara pérez Sola volverá a competir tras el verano y tiene previsto participar en el Campeonato de Europa València Triatlón 2021, sede en la que fue campeona nacional en 2017, en una carrera muy importante para su trayectoria.

Diploma olímpico en Atenas 2004 en natación, ha estado a punto de representar a España de nuevo en Tokyo 2020 pero en Triatlón, y no renuncia a poder conseguirlo en el siguiente ciclo y llegar a los Juegos de París 2024.

Sara Pérez Sala ha estado muy cerca de entrar en la lista española para los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, y no renuncia en el futuro a poder disfrutar de nuevo de la máxima experiencia en el deporte mundial tras haber sido ya olímpica en Atenas 2004 consiguiendo un Diploma en natación. Como triatleta está planificando ya la vuelta del verano 2021, en la que piensa “preparar alguna prueba de media o larga distancia y combinarlo con pruebas del calendario internacional de Copa del Mundo, World Series o el Campeonato de Europa València Triatlón. Puede ser de las primeras que haga y me gusta mucho además de traer buenos recuerdos como la victoria en el Campeonato de España de Triatlón en 2017, una prueba que cambió mi vida de triatleta”.

“Venía de hacer un puesto treinta en el Campeonato de España” recuerda Sara remontándose al año 2015, en el que comienza a entrenar con Jaime Menéndez de Luarca como técnico. Fue entonces cuando se plantearon “ver si en 2017 o 2018 podría hacer alguna Copa del Mundo o una World Series, y que entonces quizás se podría llegar a pensar en los Juegos de Tokyo.”. Un punto clave en ese camino fue el título de Campeona de España conseguido en València Triatlón en 2017 dominando la carrera desde la natación. Se trata de una prueba que le “gusta mucho y ha marcado un antes y un después” en su vida. “Mucha gente criticaba mi manera de competir porque no la entendían, y yo lo veía siempre muy claro, creo que València fue el premio al trabajo y a la confianza en esa forma de correr, que puede traerme alegrías”, explica la triatleta.

El oro nacional en València Triatlón 2017 le dio “una inyección de motivación para seguir trabajando viendo que estaba en el camino correcto y no me estaba equivocando en mi naturaleza de competir”. Y es que la carrera ideal para Sara Pérez Sala es “una buena natación, salir en cabeza y una bici para hacer diferencias” aunque cada vez se encuentra más cómoda en la carrera a pie. “Estoy muy orgullosa de la trayectoria y creo que puedo seguir mejorando, recuerdo cuando empecé en 2015 con Jaime mi sueño era correr un cinco mil por debajo de veinte minutos, y tenía como algo imposible correr un diez mil por debajo de cuarenta” destaca señalando que ahora hace “21 kilómetros a cuatro. Mi evolución ha sido muy buena y creo que ahí tengo todavía algo de margen de mejora, y también en bici, no tanto físicamente pero si en cuestiones técnicas como ir en pelotón, no perder posiciones por miedo a caer, y otras cosas casi tan importantes como mover muchos vatios”.

Sueños y recuerdos olímpicos

Después de haber peleado para conseguir el objetivo de retornar a los Juegos Olímpicos, Sara Pérez Sala no puede “decir que esté encantada en casa” pero también valora “lo que ha sido estar luchando de nuevo por conseguirlo, compitiendo esta vez en triatlón, con la ilusión y el cosquilleo en el estómago”. Hace nueve años, en 2012, “era impensable poder pensar que sin ser profesional, compatibilizando entrenamientos y trabajo, se podría llegar a estar cerca, y todavía hay margen de mejora” comenta Sara. Sus primeros recuerdos olímpicos arrancan en los Juegos de Barcelona ’92, con sólo cuatro años y en su ciudad natal. Recuerdos “borrosos de Cobi, la mascota, y de la fuente mágica de Montjuic, del ambiente en la ciudad” que dejaron huella en la futura nadadora olímpica. Dos años después le diría a su padre “que iba a ir a unos Juegos, aunque era muy mala y no lo creyó, pero ahí estuve después” confiesa sonriendo. Doce años después le llegó la oportunidad “casi por sorpresa con dieciséis años y con muchísima ilusión aunque apenas pudo “disfrutar de logros intermedios como ser campeona de Europa por estar siempre pendientes de la mínima. Al final no iba a ser, pero un mes antes nos llamaron de la Federación y si pude acudir”.

Cuando nadó en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, Sara Pérez Sala ya había tenido su primer contacto con el triatlón “por compañeros y amigos del CAR de Sant Cugat”. Se acercó más, aunque todavía como nadadora, en su paso por la Residencia Blume en Madrid entre 2006 y 2008. En 2012 llegó a presenciar la carrera de triatlón de los Juegos Olímpicos de Londres “con deportistas del Diablillos de Rivas, club en el que estaba entonces”. La perspectiva de poder disputarlos todavía quedaba lejana y “haber estado en unos Juegos participando tener un Diploma hacía que no tuviera una gran ambición por lo deportivo, pero a medida que iba avanzando y fijándome en Carol Routier, por ejemplo, me inspiraba e iba pensando que quizás podría mejorar y llegar a intentarlo”.

De su experiencia con la cita olímpica de Atenas recuerda que “todo era alucinante, era muy joven y estar allí era un sueño personal y deportivo de una gran magnitud. Recuerdo haber estado, haberlo disfrutado muchísimo pese a la tensión normal de querer conseguir el mejor resultado y plasmar lo mejor de una misma, haber vuelto y seguir como en una nube recordando haber estado en una piscina con unas gradas enormes y un entorno fabuloso propio de una gran competición, la máxima que puedes disputar”. De cara a Tokyo, Sara lamenta por Anna Godoy, que tendrá su primera participación en los Juegos, “que vayan a ser diferentes y seguramente no vayan a tener las mismas características que otras ediciones en cuanto a la convivencia y toda la normalidad o facilidad para moverse o entrenar”.

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